La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) ha logrado sentar en una sola mesa a los representantes nacionales de las principales profesiones sanitarias (Medicina, Enfermería y Farmacia) y del Ministerio de Sanidad para trasladar al sector un mensaje inequívoco: el paciente, en genérico y casi con mayúsculas, es una cuestión de Estado.
Que la POP haya logrado tener a los presidentes de los consejos (Serafín Romero –OMC-, Florentino Pérez Raya –Enfermería- y Jesús Aguilar –Farmacia-) en su II Congreso es, por un lado, el reconocimiento unánime a su misión en favor del paciente y, por otro, la demostración de que los profesionales están cada vez más pendientes de los movimientos en torno al paciente.
“Todos estamos relacionados de manera ejemplar en torno al paciente”, ha descrito el ya expresidente de la POP, Tomás Castillo, convencido de que su organización ha deparado un proceso histórico de participación activa en decisiones sanitarias del más alto nivel, que a buen seguro tendrá continuidad mediante su sucesora, Carina Escobar.
La POP mantiene un acuerdo con el Ministerio que ahora toca renovar y que pide una materialización más ambiciosa. Aunque esto no será fácil, según ha admitido Paloma Casado, subdirectora general de Calidad e Innovación: “Es complejo incorporar la expectativa del paciente en la gestión de las organizaciones sanitarias. Porque una cosa son los resultados en salud que hemos venido teniendo en cuenta hasta ahora y otra muy diferente los que percibe en realidad el paciente”.
“Es verdad que los médicos nos sentimos más cómodos”, ha afirmado Serafín Romero, presidente de la Organización Médica Colegial, al referirse a este nuevo escenario en el que el paciente participa más en el proceso asistencial. “Puede que en ocasiones el paciente sepa más de la enfermedad que el propio médico, y en ese caso lo que hay que prescribir es que vuelva otra vez, para preparar mejor la consulta. Y porque esta no debe acabar siempre en una receta”. Eso sí, se ha posicionado en contra de acabar completamente con el antiguo paternalismo que ejercía el médico: “En ocasiones, el paciente necesita esta actitud por parte del profesional y nosotros debemos seguir ofreciéndola”.
Mientras Pérez Raya ha defendido el nuevo paradigma de cuidar en vez de curar y ha alabado las virtudes de la enfermería comunitaria para la relación habitual con el paciente, Jesús Aguilar ha apostado por un modelo de asistencia multidisciplinar, en el que los profesionales trabajen en equipo, bajo los principios de la colaboración y la cooperación. A juicio del presidente de los farmacéuticos, el paternalismo sí que ha llegado a su fin. Y apoya a los pacientes en la búsqueda de una agenda política estable que, en realidad, es la misma que él busca para su profesión desde hace tiempo.
La POP aspira a materializar esa agenda, en la que se pueda visualizar un nuevo modelo sanitario, caracterizado por un mayor valor del acompañamiento, de los cuidados de la Enfermería y del espacio sociosanitario. En definitiva, una medicina más comunitaria.