Mientras la Comunidad de Madrid anuncia una lluvia de millones para mejorar sus hospitales, la sanidad privada, a través de su portavoz más frecuente, el IDIS, insiste en alertar sobre las dos velocidades en el acceso a los servicios sanitarios, cuya principal consecuencia es el aumento de las listas de espera en los centros públicos.
Ha sido la presidenta Cristina Cifuentes la encargada de presentar un “ambicioso Plan de Inversiones para Infraestructuras Hospitalarias de la Red Pública de la Comunidad de Madrid“, que va a contar con una inversión de más de 1.000 millones de euros en los próximos 10 años. En concreto, se acometerá la reforma integral de los siete mayores hospitales de la región -12 de Octubre, La Paz, Gregorio Marañón, Ramón y Cajal, Clínico San Carlos, La Princesa y Niño Jesús- , con una inversión total de más de 700 millones de euros. En todos ellos se realizarán actuaciones para perfeccionar la distribución de las urgencias, las zonas quirúrgicas y las áreas de hospitalización, optimizando sus recursos.
Madrid intenta mejorar zonas de atención directa al paciente, buscando un triple objetivo: adaptarlas al cambio poblacional y a la evolución de la medicina moderna y de las tecnologías más avanzadas, así como procurar espacios y ambientes más humanizados, una de las líneas estratégicas del Gobierno Cifuentes, tanto con el consejero Ruiz Escudero como con su antecesor, Sánchez Martos.
El Plan incluye asimismo una inversión de 250 millones de euros para reformar otros 14 hospitales –Móstoles, Príncipe de Asturias, Severo Ochoa, Getafe, Fuenlabrada, Alcorcón, Virgen de La Poveda, Virgen de la Fuenfría, Guadarrama, El Escorial, Hospital Central de la Cruz Roja, Santa Cristina, José Germain y Rodríguez Lafora- y se incorpora una inversión estimada de 42 millones de euros para la conversión del antiguo Hospital Puerta de Hierro en un nuevo y moderno centro hospitalario de cuidados y recuperación funcional de pacientes.
En paralelo a este anuncio, la sanidad privada no varía su discurso e insiste en advertir que el sistema público, “aunque es sólido y solvente, carece de la flexibilidad necesaria y de la capacidad necesaria para adaptarse a la nueva realidad sociodemográfica”, lo que provoca un aumento de las demoras de operaciones quirúrgicas y de las consultas con especialistas.
El IDIS es partidario de que ambos ámbitos asistenciales colaboren y trabajen de la mano con el objetivo común de prestar la atención sanitaria que los ciudadanos se merecen, con los mejores medios y los mejores resultados, dando respuesta a las necesidades y prioridades del paciente: “Las dos titularidades, pública y privada, están obligadas a entenderse y trabajar conjuntamente por el bien del paciente, por la solvencia y viabilidad del sistema; en definitiva, por el futuro de nuestra sanidad en su conjunto”.